Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de mayo, 2006

Acolman (1539). Fachada del templo, capilla abierta y portal del convento

Sin lugar a dudas el convento de Acolma es la más importante obra representativa del arte plateresco en América. Excesivo y sobrio a la vez es este convento, uno de los monasterios agustinos más rico y mejor conservado que existe en nuestro país. Su fachada plateresca casi raya en el exceso barroco. Es uno de los conjuntos más llamativos del estado de México por su tamaño y diseño arquitectónico. Fue construido por los frailes agustinos entre 1539 y 1560 siguiendo el estilo de fortaleza tan característico del siglo XVI. Su fachada, al fondo de un gran atrio cuadrangular, se compone de la portada del templo rematada por una modesta espadaña, comparada con la de siete arcos de Metztitlán, y una capilla abierta anexa y la portería del convento. La portada constituye uno de los ejemplos más admirables de la arquitectura plateresca de la época, por la belleza tanto de sus columnas y de los detalles decorativos en el friso y en el arco de la puerta, como de las esculturas que r

Actopan (1550). Fachada

Son muchos los méritos del convento de Actopan, uno de mis favoritos. Agrega a su belleza plateresca sus elegantes arquivoltas de cuatro niveles que decoran la puerta y que recuerdan la cúpula del panteón de Agripa en Roma, en su perfecta armonía. Obsérvese cómo las cuatro pequeñas columnas que flanquean la puerta repiten el programa de las cuatro grandes columnas provocando en el espactador una sensación de inmersión de una imagen en la otra, como cuando enfrentamos un espejo a otro. las dovelas que forman tanto en primer arco como los otros cuatro están decorados con el sistema de almoadillado, que el plateresco española ya había tomado de renacimiento italiano ¿Fray Andrés de Mata había viajado por Italia y esto le sirvió para inspirarse en el renacimiento italiano? No lo sabemos, pero lo que sí es verdad es que sus conocimientos y técnicas arquitectónicas son muy depuradas y nada hace dudar que él debió ser arquitecto antes de ser monje agustino. La ventana del coro se encuent

Ixmiquilpan (1550). Fachada

En 1550 se inició la construcción del convento y la iglesia dedicados a San Miguel Arcángel por fray Andrés de Mata, el mismo que levantó el conjunto de Actopan. La portada muestra finos relieves de cantera rosa. Este convento, junto con el de Actopan y el de Acolman, es muestra de un arte refinado y culto, perfecto en sus formas y proporciones, depurado de improvizaciones y de gran valía. Estos tres conventos son muestra del mejor plateresco que fue traído a América. En este conjunto, y en los otro dos, se reúnen con armonía los tres elementos estilísticos básicos del plateresco: el gótico, el románico y el renacentista. Lo que más se destaca en esta fachada son los elemtos renacentistas, mientras que lo gótico y lo románcio se hace pantente al interior del templo y el convento. La fachada está formada de un cuerpo; se destaca en primer término las cuatro columnas de estilo corintio, en medio de cada par se colocó un nicho; al centro, se encuentra un arco doble de medio punto, la p

Epazoyucan (1539). Capilla abierta y fachada del templo

La sobriedad de la fachada de la iglesia de San Andrés en Epazoyucan, Hidalgo, t iene varios puntos en común con la de Zempoala y otras de la región: sobriedad e influencia re nacentista. No obstante, tiene algunos puntos en contacto con las fachadas al sur de la ciudad de México, en tierra caliente, particular es su eclecticismo estético y muy destacadamente e l triángulo equilátero que culmina la decoración del primer y único cuerpo de la fachada. En muchos de los templos sureños encontramos este triángulo que remarca el sentido de grandeza y monumentalidad; además, permite prolongar el primer cuerpo de la f achada y excusa construir un segundo cuerpo. La puerta del templo de Epazoyucan está enmarcada por un arco de medio punto de fina manofactura; custodian a este arco dos pares de columnas adosadas al muro sin un estilo definido pero con clara reminicencias del orden toscano y estriadas de forma oblicua que recuerdan las columnas salomónicas. Estas 4 columnas simulan sostener la c

Zempoala (1557). Fachada, torre-campanario y portal del convento

Esta hermosa misión agustina, también renacentisa, se destaca por el equilibrio entre la sobriedad de su fachada y la soberbia de su gran torre; y esto también la particulariza, ya que la mayoría de estas misiones siempre fueron construidas con las modestas espadañas y no con torres, para el campanario; no obstante, esta misión y la de Epazoyucan se hermanan por estar dotadas de sendas torres. Recientes investigaciones han demostrado que este conjunto conventual fue construido por los franciscanos, no lejos de aquí existe un convento franciscano (Atotonilco de Tula) que fue inicialmente agustino, esto me hace suponer que se dio alguna permuta de uno por otro. Compárese la armonía arquitectónica y volumétrica entre la fachada de la iglesia y la torre, a diferencia de la torre de Malinalco, que fue adosada sin mayor sentido de la proporción ( http://malinalconvento.blogspot.com ). Su gran fachada, casi desnuda, contrasta con el famosos y casi lugar común del exuberante barroco mexicano

Atotonilco el Grande (1535). Primer y segundo cuerpo de la fachada

Al norte de la ciudad de México se construyeron una gran cantidad de coventos agustinos, entre estos se guarda una gran afinidad (así como los del sur entre ellos mismos). En estos conventos predominan los elementos renacentistas y platerescos con mayor claridad; la fábrica es menos primitiva y el sentido de lo bello estético tenía un papel importante; también, con frecuencia, se sabe el nombre del frayle arquitecto. Este convento de Atotonilco (en el estado de Hidalgo) ha tenido muchas modifciaciones, no obstante conserva mucho de sus líneas primigenias. Aqui podemos ver la fachada del templo y del convento. El convento fue construido por Fray Juan de Sevilla, quien antes había sido superior de Metztitlán, en los años de 1542 y 1562. Los principales creadores de este conjunto fueron fray Juan de Sevilla y fray Antonio de Roa. la fachada es de dos cuerpos, el primero tiene dos pares de columnas de orden corintio de un depurado estilo renacentista adosadas al muro y flanqueando la pue

Ocuituco (1533). Fachada del templo y del convento

Todo inicio suele ser modesto. Este primer convento agustino agregó a su suerte los conflictos políticos de la época (el reparto de las zonas de evangelización para cada una de las tres ordenes con frecuencia reportó conflictos). El convento le fue quitado a los agustinos, después regresado y finalmente secularizado. Esto hace que el diseño inicial de esta fachada esté muy modificado: se le anexó una torre (como a Malinalco y Totolapan), la espadaña fue retirada, la capilla abierta se transformó en una capilla lateral. La fachada se divide en dos partes, estilísticametne muy diversas. La primera es la puerta con decoración de estilo renacentista depurado y academicista, formado por un arco de medio punto flanqueado por falsas columnas jónicas adosadas al muro; la segunda parte es la ventana del coro muy de gusto primitivo arcaizante, decorada con un arco de medio punto y un alfiz labrado como si fuera un cordón (¿el cordón franciscano?). Por arriba del alfiz la decoración concluye

Totolapan (1534). Detalle central de la fachada

Ocuituco fue la primera fundación agustina en el Nuevo Mundo, la segunda fue Totolapa n. Aquí vemos la parte central de la fachada del que fue segundo destino de evangelización agustina; el edificio tien e algunos elementos en común con todos los que se encuentran al sur de la ciudad de México (Yecapixtla, Malinalco, Tlayacapan, etc.) Pero algunas cosas han quedado modificadas porque este c onjunto conventual ha tenido muchas reconstrucciones. Su fachada es de un sólo cuerpo, rematado por un rosetón, como el de Yecapixtla, Molango o Atotonilco de Tula. Como el conjunto de Tlayacapan, y muchos otros, este primer cuerpo se prolonga con un rectángulo que simula un entresuelo (al centro del mismo se encuentra una figura petrea). Rematan a las dos columnas sendos pináculos coronados por esferas. Lo distingue del resto de los conventos agustinos de la zona el hecho de que su fachada ha sido toda cubierta de aplanado, lo cual le de un aspecto parecido al de las fachadas de estuco, muy usada

Yecapixtla (1535). Fachada, crestería y espadaña

El convento y la iglesia de Yecapixtla es uno de los conjuntos conventuales más hermoso, complejo y mejor conservados de la zona sur. En él predominan los elementos góticos. Aquí podemos ver, entre otras cosas, un hermoso rosetón que parece filigrana ricamente entretejida: es la ventana del coro. Esta fachada es la perfecta combinación entre el delicado arte del lapidario de los artesanos del norte (Actopan, Ixmiquilpan, Acolman) con la soberbia grandeza almenada de los conventos del sur (Malinalco, Atlatlauhcan). Camón Aznar, en su amplio estudio sobre el plateresco español afirma de este conjunto que: “es una construcción que se puede colocar en la primera mitad del siglo XVI, y en la que abundan muchos elementos góticos: la zona de la fachada, la puerta del claustro, las bóvedas y pilares, el púlpito, etc.”

Malinalco (1540). Fachada y torre campanario

La planta baja del edificio conventual y la iglesia fueron construidos al mismo tiempo, se concluyeron en 1560; el claustro alto, según la tradición fue añadido alrededor de 1580. Para 1568 se esperaba ya la instalación de los recuadros, trabajo que se dice fue realizado por el pintor indígena Simón Pereyns. La fachada de la iglesia es de influjo renacentista; aunque se diferencia de sus hermanas de la zona desértica pues la cantera fue ocultada (tiempo después de su inicial construcción) por recubrimientos y aplanados de yesería; sinembargo los motivos, temas y formas son muy parecidos entre todos los conjuntos conventuales. Sobresalen las cabezas de ángeles rosetones y conchas adosados como remates de las columnas del primer cuerpo. Este conjunto de Malinalco se emparienta claramente con sus hermanos del norte por sus murales monocromáticos que decoran todo el templo y el convento. Pero en su fachada es más claramente de aspecto primitivo como el de Atlatlauhcan o Tlayacapan.

Tlayacapan (1554). Fachada, portal del convento a la izquierda y contramuralla a la derecha.

Aquí podemos ver la fachada del templo de Tlayacapan, muy sobrio, como todos los del sur pero impresionante por sus dimensiones. Semioculto, se ve a su izquierda la arquería del portal del convento. El conjunto tiene dos elementos arquitectónicos muy originales, que lo hacen diferente: Uno, la capilla abierta queda incluida en el conjunto de la arquería del portal; Dos, el conjunto conventual queda a la izquierda del que mira, mientras que todos los otros que he comentado arriba se encuentran a la derecha. Otro elemento original son los contrafuertes de la iglesia: son tan anchos como una contramuralla perpendicular al muro que sostiene. En esta foto se puede ver buena parte de el primero, a la derecha.

Atlatlauhcan (1569). Fachada, espadaña y crestería.

Otro aspecto común de los conventos agustinos platerescos es su aspecto d e fortaleza medieval, (elemento compartido por los conventos del siglo XVI de las otras órdenes envangelizadoras). Dicha sensación es reforzada por su crestería construida como pu ntiagudas almenas. Así se conserva una de estas imponentes construcciones rumbo a tierra caliente: aquí vemos la fachada del templo de Atlatlauhcan con su soberbia espadaña, muy parecida a la de Metztitlán, pero enegrecida por el clima húmdeo del sur de Morelos. Como en la otra, la sobriedad decorativa de sus exteriores contrasta con sus espactulares pinturas murales del interior.